Por Francisco Vera.
Ya culminó el tramo chileno de esta espectacular road movie llamada Librebus. Durante una semana pudimos recorrer cuatro ciudades: Valdivia, Concepción, Santiago y Valparaíso.
Todo comenzó en Valdivia. La fecha inaugural. El lunes 27 de agosto llegamos en la mañana a esta ciudad, que se encuentra ubicada más de 800 kilómetros al sur de Santiago. Tras viajar toda la noche con nuestro equipo de librenautas, nos pusimos en acción y fuimos a instalarnos en la Universidad Austral de Chile, en el Campus de la Cultura.
Valdivia es una de las capitales culturales de Chile. Si bien es una ciudad pequeña, la Universidad Austral de Chile y sus incomparables parajes, dominados por el majestuoso río Calle Calle, son un verdadero imán para un sin fin de iniciativas culturales y científicas, generando en la práctica una migración de muchas personas desde Santiago a esta ciudad.
Durante el día pudimos hacer varios talleres con la gente de Valdivia. Además de las exposiciones de los librenautas, las exposiciones locales estuvieron maravillosas: discos Tué Tué y La Mano Ediciones nos demostraron que la cultura libre y la sustentabilidad no son patrimonio exclusivo del centro ni de la capital.
Terminado el periplo valdiviano, volvimos al bus para partir a nuestro siguiente destino: Concepción. En esta ciudad, también contamos con el apoyo de una Universidad local: La Universidad de Concepción, que es una de las más importantes del país, nos acogió en esta parada.
En Concepción, entre otras experiencias, conocimos a Maximiliano Escobar, docente de Derecho de la Universidad, quien hizo una charla sobre la informática como herramienta de facilitación empresarial. También nos visitó gente de Beast Discos, un sello discográfico que nos narró su trayectoria de más de 6 años en materia de autogestión musical desde regiones.
Luego vino Santiago, allí estuvimos en Factoría Italia. Este lugar, que durante el siglo XX fue una fábrica de sombreros, ahora es un centro cultural, de eventos y de innovación que está ubicado en el corazón del barrio Italia, que es el epicentro de la renovación cultural santiaguina.
En dicha ocasión y dado que Santiago es la ciudad más poblada de Chile, nos acompañaron nuevos librenautas:
Educalibre, una organización con más de 7 años de experiencia ligada al software libre, nos habló de los alcances y las ventajas del uso de software y recursos abiertos en materia de educación.
Yto Aranda, nos contó sobre la revista virtual Escáner Cultural, dedicada al arte y la cultura publicada gratuitamente en Internet desde enero de 1999 y la Comunidad Abierta Arte, Ciencia y Tecnología, que es un espacio para la difusión, reflexión, información, formación y uso diario de las temáticas y prácticas relacionadas con arte y nuevos medios.
Otros proyectos sorprendentes de los que pudimos oír en Santiago, fueron Poderopedia, dedicados al periodismo de datos, Libreoteca, Urban Kit y Cultura Libre U. de Chile.
Así, y tras una vertiginosa semana donde el tiempo pasó demasiado rápido, emprendimos rumbo a Valparaíso. Esta ciudad es, por excelencia, la capital cultural de Chile, al punto que el Ministerio de Cultura está emplazado en este majestuoso puerto.
Allí nos recibieron en el Centro Cultural Balmaceda Joven, un sorprendente espacio de difusión de cultura y artes. Allí pudimos conocer interesantes exposiciones como Mapa Sonoro, iniciativa dedicada a mapear y geolocalizar los sonidos de Chile, licenciando todos los contenidos con Creative Commons.
También pudimos conocer a la gente de Quinán, que es un vocablo de origen mapuche, que refiere a “Generación”, surge a partir de la inquietud de las personas que la conforman por generar espacios que permitan aportar a la construcción de una sociedad mejor y más crítica y a una educación más libre y transformadora. Justamente este último punto es el corazón de su trabajo, dedicándose a implementar tecnologías libres en el aula.
Todo lo anterior, además, fue posible gracias a los librenautas que nos acompañaron en distintos tramos del bus: del equipo de Librebús nos acompañaron Renata Ávila, Claudio Ruiz, Francisco Vera, Teresa Sempere y Diego Sepúlveda.
Especialmente, agradecemos a las instituciones que nos acogieron y al resto de los librenautas que nos acompañaron en el bus y expusieron en las ciudades a las que fuimos: Julián, nuestro documentalista; Horacio Valdivia, de Cinépata; Camilo Salas, de disorder.cl y Marco Correa, de Wikimedia Chile. Su participación en el bus fue la base sobre la cual pudimos ir a distintos lugares a promover la cultura libre, libertad de expresión, y la sustentabilidad.
Así, concluimos la ruta chilena de Librebus. Nos habría encantado recorrer el resto del país, pero el proyecto abarca más de un país y era hora de emprender el rumbo hacia Argentina, Uruguay y Paraguay, donde esperamos que el proyecto tenga el mismo impacto positivo que tuvo acá en Chile. Esperamos tener pronto noticias de esos países, y que esta gira nunca termine.
En números, fuimos a 4 ciudades, recorrimos casi 2000 kilómetros y fuimos más de 30 expositores. Aunque ya no exista un bus o librenautas, vimos que en cada comunidad existe la fuerza para seguir construyendo una nueva forma de entender la cultura. De esta forma, nada acaba ni termina… todo es continuar.
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